Recuento de un Encuentro Azul

Ayer cuando volvía del gimnasio, me encontraba totalmente inmersa en mis pensamientos... que si el cielo estaba muy azul, que si hacía mucho calor, etc. Súmenle a eso, que llevaba los audífonos puestos escuchando Beautiful, de los Smashing Pumpkins. Así que me encontraba completamente distraída mientras cantaba Beautiful, you're beautiful, as beautiful as the sun... después de cruzar la calle, me puse a mirar el colegio que estaba del otro lado... wonderful, you're wonderful, as wonderful as they come... y de repente, sin previo aviso, una puerta de vidrio se abrió frente a mi nariz -literalmente- golpéandome... 

¿Que de dónde salió la puerta? Pues bien, estaba caminando tranquilamente, muy pegada a las vitrinas de los locales que hay en un edificio, cerca de mi casa, y como iba tan pendejamente distraída, alguien abrió la puerta y me la estampó contra la cara.

Por suerte no me pasó nada, pero al abrir los ojos para ver quién había osado golpear mi hermoso rostro con una puerta, no pude decir nada. No pude articular ni una sola palabra, ni para escupir insultos, ni para decir que estaba bien, ni para nada. Creo que ni siquiera estaba respirando. Porque frente a mí se encontraban los ojos más espectaculares que había visto en toda mi vida. El tipo que me golpeó con la puerta -probablemente rondaba por los catorce o quince años- me preguntó si estaba bien, pero yo no le contesté, porque estaba sumergida en las profundidades de aquellos ojos azules como el mar. Aquél simpático espécimen masculino, poseía unas pestañas negras largas y espesas, que acentuaban el color de sus ojos de una manera celestial. Joroschó.

Y lo más gracioso de todo, era que justo en ese momento, yo escuchaba estas palabras... with my face pressed up to the glass, wanting you, oh beautiful... Todavía tenía los audífonos puestos, y era como si Billy Corgan supiera lo que estaba pasando en ese momento. Interesante.

Dios mío, que alguien me golpee con una puerta, por favor.

Me pidió disculpas una vez más, con su voz de niño, y le dije que no había sido nada; me regaló una sonrisa y se marchó sin mirar atrás, y yo me quedé con aquellos ojos grabados en mi mente. No sé quién era, y probablemente no lo vuelva a ver... pero aquél chico tenía unos ojos tan espectaculares, que te invitaban a soñar...

...y a escribir tonterías muy a lo cursilandia, ¿verdad Miss?