lunes, 31 de agosto de 2009

El fin

Enrique Jardiel Poncela dijo una vez: "Las mujeres no conciben que un amor se acabe más que cuando lo acaban ellas mismas."

Tenía razón.

Es por eso que me molesta que esto se haya terminado. La próxima vez dame una pista, y yo con gusto le pondré punto final a lo nuestro. Así nos ahorramos todo el drama.

¿A quién engaño? No habrá una próxima vez.

Porque no voy a darte el gusto de que me vuelvas a dejar.

miércoles, 26 de agosto de 2009

M.J.G.

Durante el transcurso de nuestra vida nos topamos con miles de personas. Todas tienen una historia, pero no todas las historias son interesantes.

La mujer que te tropezó en el supermercado y se fue sin decir nada; el anciano que te protegió de la lluvia con su paraguas, mientras cruzabas la calle; el muchacho de ojos azules que te tiró la puerta, y luego te ayudó a levantarte; la niña que llora cada vez que su madre la deja en la escuela; tus amigos autóctonos del país donde vives; la profesora de geografía que te odiaba; tu vecino asiático; el niño que siempre te sonríe por los pasillos del colegio; tus amigos extranjeros, como tú. Tanta gente.

A muchos nunca los volverás a ver, a otros los ves todos los días y a algunos te los encontrarás en el futuro. Tienes amigos que son especiales, cada uno es diferente, y con uno compartes algo que con el otro no. A veces hay uno con el que compartes todo.
Y ahora te pregunto, ¿no sentiste nunca una conexión con alguna de esas personas?
Con la señora que siempre te da los buenos días, con el que vende los periódicos... o quizá con algún amigo.

Alguien que conociste el año pasado, pero pocas veces cruzabas palabra con él. Alguien de quien no sabías prácticamente nada, pero ahora lo conoces como si te hablaras con él de toda la vida. Y por casualidad o destino, este año quedas en el mismo salón que esa persona y comienzan a hablar por un trabajo en parejas que les asignaron, al comienzo del año escolar. Sin darte cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, te das cuenta que esa persona ve el mundo con ojos diferentes, y que encuentra la belleza de la vida en cualquier detalle. Alguien sumamente inteligente y capaz, brillante y rebosante de talento. Una persona que cree en ti, así como tu crees en ella; que piensa de ti, lo que tu piensas de ella. Que se complementa contigo en prácticamente todo y que te entiende siempre. Alguien que con sólo mirarte puede determinar si estás feliz, triste o enojado. Y no necesitas usar muchas palabras para que esa persona entienda lo que le quieres decir. Una persona diferente. Como tú.


Cuando las miradas de dos artistas se encuentran,
no hace falta nada más.

¿Quién es el de la foto?
M.J.G., clarinetista de la Orquesta Juvenil Istmeña y de la Orquesta Sinfónica de Centroamérica. Ganador del primer Concurso Centroamericano de Clarinetes.
El hijo perdido de Martin Fröst. Un artista.
Nuestros compañeros dicen que nosotros dos somos los únicos que dentro de nuestra locura, nos entendemos. Podemos hablar de cualquier cosa, pero al mismo tiempo, de temas tan profundos que sólo las grandes mentes pueden tocar. Sí, claro.
Haciendo click Aquí pueden conocer un poco más sobre Matt. Aunque en el artículo hay dos errores: el primero, está en el apellido; no es Jason, es Jansen. Y el segundo, está en la parte que dice en sus horas extra se dedica a tocar el clarinete. No lo hace en sus horas extra, lo hace siempre.

Estoy orgullosa de ser tu amiga.

jueves, 20 de agosto de 2009

Un paseo por el bosque

Hoy les escribo para informarles mi partida del Loft.

Me voy mañana, pero vuelvo el domingo. Estaré todo el fin de semana en un monte -literalmente- con muchas serpientes ys in electricidad. ¿Ya mencioné que me acompañarán un grupo de adolescentes estúpidos? ¿No? Bueno, así es. Aunque no todos lo son, la mayoría de esas personas tienen el coeficiente intelectual de una banana.

¿La razón de mi partida? Una buena causa (O: eso es lo que ellos quieren que creamos, según T.)
Pues, eso, tengo que hacer un montón de horas de servicio social/servicio comunitario, porque como mi colegio es católico (y de monjas), tenemos que hacer obras de caridad y cosas de ese estilo. Simplemente joroschó. En realidad no me molesta ayuar a la gente, pintar Iglesias, jugar con niños, reconstruir viviendas ni ayudar en escuelas; pero el hecho de saber que voy a estar con ciertas personas que (no me caen mal) pero como ya mencioné antes, la estupidez les gana.
Supongo que si puedo soportar todos los días las voces chillonas de esas personas mimadas, tontas y sumamente inmaduras podré soportar todo un fin de semana.
Si bien dicen, lo que no te mata te hace más fuerte.

Entre otras cosas, el martes fuimos a la casi mansión (XD) que tienen las dulces y amables dueñas de mi colegio en una montaña. Fuimos por un "Retiro Espiritual" que se convirtió más bien en un Survivor. He aquí algunad fotos:


Miss Adore y T.


T. en su momento de Kiss.



(?)
Ni siquiera me di cuenta en qué momento me tomaron
esta foto. Ni tampoco que mis pantalones estuvieran
tan rotos.
XD.

Por cierto, alguno de ustedes me preguntaron si había vuelto a temblar después de aquella vez. No, gracias a Bogo y a Monesvol. Aunque con esas cosas nunca se sabe...

viernes, 7 de agosto de 2009

La soledad soy yo

La soledad es una ingrata a la que se le va agarrando el gusto, con un alto riesgo de parar completamente enamorado de ella.

La soledad es un hotel que no es de nadie, una cama que no es mía, es despertarme a las 3 de la mañana y no saber donde esta el baño… la soledad soy yo.

La soledad es la gota de agua en la llave del baño que dejaste prendida y que no quieres apagar por no sentirte solo.

La soledad es como un suplicio ingenioso de la naturaleza, que hace que nos encontremos con nosotros mismo para poder valorar a los demás.

La soledad es un espejo que no miente. La soledad son ese montón de sonidos que no escucha nadie pero hacen demasiado ruido. La soledad soy yo en compañía del pasado.

La soledad es un beso que se desperdicia en la almohada, es ver la sombra y la silueta de alguien que ya no está. La soledad es una malvada insoportable y maravillosa que me gusta, no se bien por qué.

La soledad es entender por fin que no hay mejor compañía que la soledad.

Es el velorio de un día que se fue, es dejar de estar haciendo nada, prepararte, vestirte, abrir la puerta, salir, para seguir haciendo lo mismo.

La soledad es la compañera, la del miedo, la de los futuros inciertos, la del camino, la búsqueda.

La soledad.

-Ricardo Arjona.

 
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