¡Sean bienvenidos una vez más, queridos drugos!
Lamento haber estado tan alejada del Loft y de sus mestos joroschós, pero he estado ocupada con la scolivola y otras vesches no tan importantes.
Resulta que ayer mis druguitos Matt, B. y yo fuimos a la casa de mi mejor amiga, Andrea, para un poco de diversión sana (sí, todavía quedan jóvenes así), y decidimos alquilar una película: Eurotrip (Euroviaje). ¿Alguno de ustedes la ha visto? Debo decirles, queridísimos, que fue realmente joroschó. La amé con todo mi corazón y no puedo dejar de cantar la canción Scotty doesn't know (un poco cruel, pero excelente!)
Y antes de ver la película, decidimos poner a prueba nuestros dotes de pasteleros así que preparamos unas galletas con chispas de chocolate y las horneamos. Quedaron tan preciosas que daba ganas de mirarlas por siempre, pero, preferimos comérnolas.
¡Por cierto! Acabo de recordar que nunca les conté cómo me fue en el servicio social. Sólo hay dos palabras para describirlo: simplemente joroschó.
En realidad, a diferencia de lo que yo pensaba, las personas que fueron (éramos 15 en total) se portaron excelentemente y todos nos llevamos bien. No había electricidad, ni tampoco un baño relativamente decente y tuvimos que dormir en carpas. Pero valió la pena.
Todo salió como esperábamos y pudimos realizar nuestros objetivos.
Y, casualmente, las anécdotas de este tipo nunca pueden faltar. Superjoe y T. se perdieran, porque habían ido a visitar las casas de algunos niños que vivían a hora y media caminando, pero por supuesto que mis drugos no tenían idea. Nos comenzamos a preocupar después de que pasó la hora y media, y como cuarenta y cinco minutos después, aparecieron. Y debo decir que se veían graciocísimos. T. no paraba de rascarse sus muy bien formados brazos y su muy bien formada espalda, Superjoe estaba rojo por el sol y estaban sudando como si acabaran de salir de un sauna. Lo bueno: nos trajeron un saco gigante de naranjas y más niños.
Pero esta no es la anécdota, digamos que son las causas o antecedentes a ella. Cuando estábamos jugando con los niños, yo noté que T. aún seguçia rascándose y me pidió que lo acompañara al río para lavarse porque no aguantaba la sensación de calor y ardor.
Fuimos al río, él se lavó la espalda y los brazos mientras yo le hacía preguntas sobre su travesía con Superjoe. Y ya conocerán ustedes a algunas personas insistentes, pero a mí las cosas me pasan por fíarme demasiado de las personas. T. había comenzado a acercárceme y me había mirado de aquella forma pícara que solía usar algunas veces. Y esta vez, en un río en medio del monte, dudaba mucho que alguien llegara a interrumpirnos abriendo una puerta.
Di un paso hacia atrás e ingenuamente le pregunté:
¿T-te sientes mejor?
Sí, gracias por acompañarme. Mejor nos devolvemos, para terminar con la actividad.
Pero una sonrisa se dibujó en su rostro y yo supe lo que se venía.
A no ser que quieras quedarte, claro.
Yo dí otro paso atrás.
¿Por qué huyes? Se acercó a mí un poco más. ¿Me tienes miedo?
Entonces yo no pude contener mi risa y solté una carcajada que debió haberse escuchado en todo el lugar.
¿Estás nerviosa, verdad? Sonrisa coqueta.
No, no lo estoy. Simplemente se me hace gracioso tus intentos de flirtear conmigo. Pero nuevamente yo me distraje con mi risa y mis pensamientos poco alentadores, cuando sentí sus labios sobre los míos. Síp. Porque estaba besándome.
El contacto de sus labios se sintió cálido y suave, y de un momento a otro, él estaba intentado profundizar el beso. Y por supuesto que yo no iba a dejarme llevar por la situación, no señor, así que lo aparté de un empujoncito y le regalé la mejor de mis sonrisas:
Tienes razón, mejor nos vamos para terminar la actividad.
Y sin darle oportunidad de refutarme, me di la vuelta y emprendí mi camino -o huída- de regreso.
Y ahora cambiaré de tema drásticamente para despistarlos, colgando una foto que no tiene absolutamente nada que ver con el tema ;-)
Esa soy yo cuando tenía cuatro años.
¿Verdad que tenía una cara angelical?
Sí claro. En realidad todo lo contrario.
Digamos que Daniel el travieso era un santo a mi lado.
(En serio)
;-)
9 comentarios joroschós.:
no hay nada mas cachondo que flirtear en las orillas de un rio, lago o arroyo, si hubiera sido yo, no te me escapabas me cae!!, dejo saludoss!!!!!
en medio del campo, sin electricidad, sin baño, sin civilización? no puede ser romántico eso, al menos no para mi! La foto encantadora, pícara y que ojos tan más traviesos! eso no lo dudo.
¿¿¿¿Sin baño decente???? Por favor, tradúceme esas palabras. Porque para mí sin baño decente puede ser: un agujero en la tierra, una poceta para todos, dos pocetas para todos (y una está atascada), muchas pocetas y lavamanos (pero todo puerco)...
Así que T no se da por vencido...ya veremos quien de los dos se cansa primero ;D
Voy a buscar esa película que dices, ya que mañana es domingo y conociéndome voy a despertar tarde sin ganas de nada...así que veré sólo películas.
Por cierto, algo que no tiene que ver, pero que escuché ayer y llamó mi tan importante atención (sí, claro) ¿es verdad que hay un periódico en Panamá que dedica una página a Venezuela o a los venezolanos que viven por aquellas tierras?
¿Qué tanto calor hace en Panamá? (sí, planeo mudarme. Voy a vivir contigo xD)
Besos
La sonrisa te delata pilla!!
Por cierto de la pelicula, ni idea, pero vamos,... ni la más remota!
Amanda, sí. Pero no es un periódico que tiene una página para venezolanos, es un periódico que se llama "El Venezolano".
Lo hacen aquí, pero está hecho para venezolanos (que vivan aquí, claro está)
¿Calor? Bastante, no tanto como Maracaibo pero definitivamente hace calor. En la ciudad siempre está así 31º-27º y eso es lo más bajo.
A veces, algunas veces (casi nunca) llega a 24º.
Pero la ciudad es muy bonita, es seguro y todo es barato (menos la gasolina)
¿Vivirás conmigo? Está bien, me parece bien, sólo te pido una cosa: ¡¡¡¡tráeme Ovomaltina!!!!
cara de bichito sí tiene el bomboncito de la foto, ¿eh? jejeje
y bueno! cuanto más cuentas de tu historia con T, más la veo como un 'best-seller' jjajaja! divina la situación ;)
me alegra que en general, la pasaran tan bien (unos más que otros :) )
¡muuuuak!
¿No hay ovomaltina?
¡Qué triste vida la tuya sin ovomaltina! jajajaja
La verdad es que yo no la como, pero me contento con el hecho de saber que existe.
Iré a Makro y te compraré unas cuantas cajas de ovomaltina. ¿Me cobrarás unas dos por mes? (no cajas, sino unidades individuales xD)
Ya recordé el nombre del periódico que escuché lo de la página, algo así como El sol de Panamá...pero mis oídos son traicioneros.
Ve preparando mi habitación. ¿Algo más que necesites?
Un abrazo
Hacer galletas con amigos es una experiencia maravillosa que suelo hacer de vez en cuando..
Precioso loft el suyo señorita.
Saludos ;)
Sigues siendo traviesa, Miss...
Besos.
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